En primer lugar, es poco recomendable que la mayor parte de la actividad intelectual del aprendiz sea meramente reproductiva, porque se generan y consolidan hábitos y actitudes hacia el aprendizaje esencialmente pasivos, receptivos, en los que el aprendiz se acostumbra a no tomar la iniciativa, a no interrogarse sobre el mundo, a esperar respuestas ya elaboradas para fagocitarlas, en vez de intentar sus propias respuestas” (J. Ignacio Pozo)La investigación en el aula es una perspectiva de investigación que pone énfasis en la autorreflexión crítica de la práctica educativa de los profesores y también como una metodología en el proceso de aprendizaje del estudiante.
Para empezar, digamos que, cuando aprende, el alumno se apropia de nuevos conocimientos y, en ese camino que supone el aprendizaje, despliega otros saberes.Por ejemplo, estrategias como los procedimientos, la resolución de problemas que aluden a las habilidades y capacidades básicas para actuar y para conocer. En este proceso, se aprenden procedimientos a través de un contenido conceptual. Recordemos que los procedimientos siempre están referidos a los conceptos.
El punto más importante en este proceso de aprendizaje es la posibilidad que el alumno tenga de reflexionar sobre la propia acción. Es decir, ¿por qué realizó tal estrategia o tomó tal decisión?, ¿por qué se incurrió en tal error?, ¿qué otra estrategia o acción se puede aplicar?, ¿cuáles son los obstáculos y cómo se pueden superar?
Esta actitud implica saber preguntar, buscar, analizar, sistematizar, explicar, fundamentar. En suma, adquirir un pensamiento reflexivo y autónomo.